sábado, 12 de octubre de 2013

Cómo volver a trabajar (y no morir en el intento)

Ya ha pasado casi un mes desde que me reincorporé al trabajo y estoy muy feliz de poder contaros que no ha sido tan terrible como pensaba. Las que me leéis desde hace tiempo visteis como aquí y aquí os contaba mis temores al respecto pero finalmente no ha sido tan duro ni para mí ni para Alicia.
Por un lado, porque ya tenía ocho meses cuando volví al trabajo; sigue siendo un bebé pero ya no es tan pequeñita, se divierte con más cosas y aunque aún necesita a mamá (os course!!!) no depende tan exclusivamente de mi -el periodo de exterogestación está terminando, ya casi lleva más tiempo fuera que dentro...-. Por otra parte, las dos primera semanas se quedó durmiendo con papá cuando yo me iba, lo que me lo hizo mucho más leve. Las dos semanas siguientes mi chico ha trabajado de mañana así que la he llevado a casa de mis suegros...se lo pasa tan bien con sus abuelos y su tía!!!
Cuando vuelvo a casa, los días que no la encuentro dormida, se tira loca a mis brazos y se engancha a la teta como Gollum al anillo, mi tesooorooo!!!

También ha habido otras cosas que a mí personalmente me han facilitado la vuelta a la rutina:
 
  * Ese proyecto del que os hablé hace un par de meses está cobrando forma. Ver como poco a poco se hace realidad me llena de ilusión y esa ilusión irradia a todo lo que hago.
 
* En la oficina no me he encontrado tan torpe como esperaba después de once meses fuera. La verdad es que me senté el primer día y tuve casi la sensación de no haberme ido. Cuando una no se encuentra lenta trabajando, resulta más fácil, os lo aseguro.

  * La planificación. Este punto ha sido absolutamente clave:
    
       - Como no tenía ni idea de cuanta leche iba a tomar Alicia en mi ausencia, hice acopio de leche congelada durante un par de semanas en las que no me separaba casi del extractor. De esta forma sabía que había leche suficiente por si no podía sacarme en las horas de trabajo y me iba más tranquila. Ahora cada día toma lo que me saco el día anterior (a mano, ya ni me llevo el sacaleches...Es cuestión de práctica!!) y si quiere más siempre hay congelada para prepararle en un momento.
    
      - Compré ropa nueva para la oficina. A la mayoría de las chicas nos hace ilusión estrenar y teniendo en cuenta que el año pasado tenía una señora barriga, mi ropa de trabajo tenía al menos dos años. Han sido cositas básicas, cómodas y muy combinables entre sí así que me están dando mucho juego. Ah! Y un enorme bolso negro que me permite llevar hasta la mini neverita dentro...
     
      - Me uní al reto #mañanasfelices de Estrella, del blog La Leonera. Todas, todas, todas las noches dejo preparada mi ropa, complementos y bolso, la ropa y la bolsa de Alicia y hasta la taza para el desayuno. También he reducido mi neceser a los básicos diarios de maquillaje y así no pierdo tiempo buscando entre sombras o coloretes que utilizo sólo de vez en cuando. Esto ha sido fundamental a la hora de no ir con prisas por la mañana y pasar el día de mejor humor.

  * Me acuesto más temprano. No es que a las diez esté en la cama, ni la peque tampoco, que ha salido trasnochadora como sus papis. Pero a las once o poco más estamos los tres en la cama a diario. Yo nunca me acostaba antes de las doce y la verdad es que ese ratito de descanso se nota. Y mucho
 
  * He reducido mi jornada. Mi horario "normal" es de 8 de la mañana a 5 de la tarde (eso sin contar las 'horas extras' que durante años le he regalado a la empresa). Este horario me suponía llegar mucho más cansada, no comer en casa, obligar a mi chico a coger un turno fijo de tarde y no vernos entre semana... Vamos, que no me compensaba. Así que ahora trabajo de 9 a 14.30h. Y estoy encantada de la vida. El sueldo se reduce pero la calidad de vida personal y familiar que he ganado no tiene precio.

Pues estos han sido mis "truquitos" y mi experiencia con la vuelta al trabajo d.a. (después de Alicia, jeje). Y a vosotr@s... como os ha ido?? Os habéis organizado de alguna forma especial?? Qué tal lo llevaron los peques??

Un besito y gracias por pasarte por el blog
                                                

viernes, 27 de septiembre de 2013

La maternidad de la A a la Z: R de Reinicio

Después de muchas semanas desconectada de este queridísimo diccionario, hoy vuelvo de la mano de una palabra que significa precisamente eso "volver a empezar".



Antes de nada quiero dar las gracias a la Jefa (y subjefas!!) por modificar las entregas del AZ y hacerlas quincenales pero seguir dando opción a las publicaciones semanales. Seguro que así vamos a ir tod@s más relajadas y nos va a dar más tiempo a leer, comentar y disfrutar de nuestra GOM.


Pues eso, que reinicio mi participación en este proyecto como he reiniciado tantas y tantas cosas gracias a mi maternidad. He retomado amistades dormidas hace años, actividades que me gustan tantísimo como escribir (este humilde blog y todas vosotras tenéis mucha culpa) y buenas costumbres como pasear, leer y tratar de vivir un poco más tranquila.

También he vuelto a vivir emociones a través de los ojos de Alicia, descubrir lo divertido de una canción, la dulzura de una caricia -especialmente si viene de sus lindas manitas-. He recuperado el gusto por esas cosas de niños que durante años creí que no iban conmigo, qué equivocada estaba...!!

Otro reinicio tuvo lugar hace unos días cuando volví de nuevo a trabajar después de once meses, ocho de ellos ya con mi pequeña entre los brazos. Tengo pendiente contároslo detenidamente pero os adelanto que ha ido mucho mejor de lo que yo esperaba y eso me hace muy feliz.

Y esa vuelta a empezar también me ha hecho reinventarme, infinitamente más de lo que yo creía. He conseguido sacar energía de nuevo y empezar nuevos proyectos. Inquietudes que estaban ahí pero que nunca había tenido el valor de emprender y que poco a poco van tomando forma. Una de las primeras cosas fue convertirme oficialmente en Mamadoracacharreadora y empezar a escribir este blog. Y hay otras muchas ideas en marcha, cruzaremos los dedos para que todo vaya bien y poder contaros más detalles muy pronto.

Mientras tanto, seguiremos leyéndonos por aquí. Os echaba de menos. Un beso grande

viernes, 6 de septiembre de 2013

Ya soy donante de leche

Hoy ha sido un dia emocionante. Por fin he hecho algo de lo que tenía muchas ganas desde hace semanas. Me he hecho donante de leche materna.
Hace tiempo conocí por Facebook y gracias a una de las mamis del grupo de crianza al que acudi varias veces después de nacer Alicia (gracias, Irene!!) el Banco de Leche Humana del Hospital 12 de Octubre. Este año se habian reducido las donaciones y necesitaban "reponer" las reservas para poder continuar con su labor. No me lo pensé y me puse en contacto con ellos para saber qué tenía que hacer para poder donar.

En breve me respondieron al mail y me indicaron, no sin agradecerme primero mi interés y generosidad, cual es el proceso. Hay que acudir al hospital cualquier dia laborable por la mañana (es el único trámite al que tiene que ir necesariamente la mamá y en un horario determinado) para una entrevista, cumplimentar un cuestionario de salud y someterse a una analitica de sangre. Ese mismo dia te facilitan el material necesario para la donación (botellas-biberón, nevera, etiquetas, bolsas de esterilización, gorros y mascarillas). Eso es lo que yo he hecho hoy.
Las bolsas para esterilizar, los gorros y las mascarillas son porque para esta donación es necesario cuidar unas medidas higiénicas mucho más estrictas que cuando nos extraemos leche para nuestros propios peques. Nuestros hijos, en la mayoria de los casos, tienen varias semanas o incluso meses, estan sanos y esa leche es para que la tomen cuando nos marchamos a trabajar, tenemos que salir durante unas horas o preparar alguna papilla. Sin embargo los bebés a los que está destinada la leche donada son prematuros que están muy débiles o enfermos. Por eso se justifican estas precauciones.
Y cuando ves a esos bebitos, lo entiendes. Perfectamente. 
Después de la entrevista y la analítica me han llevado a conocer el servicio de neonatologia y he podido ver a esos angelitos diminutos acompañados de sus padres, mamis realizando el método canguro con los peques acurrucados en su pecho, sintiendo su calor. Y te das cuenta de que tu leche va a ayudar a salir adelante a esos pequeños, a mejorar sus defensas y a fortalecer su pequeño organismo. Además he podido hablar con ellas y especialmente una, la mami de un campeón llamado Juan, que me ha dado las gracias por donar, por esa leche que ellas no pueden -de momento- darle a sus bebés.  Y me he emocionado, mucho. Ha sido inevitable. Y me he sentido bien y orgullosa de lo que estaba haciendo.

Aqui os dejo un extracto de la informacion que facilitan en su carta de servicios y el mail y teléfono de contacto por si alguna mamá quiere hacerse donante. Desde aqui yo os animo a hacerlo.

El Banco de Leche Humana del Hospital 12 de Octubre nació el 17 de diciembre de 2007. Es el primero en España instalado en un Servicio de Neonatologia y con él hemos conseguido satisfacer los deseos de donación de más de 80 mujeres cada año y las necesidades de leche humana de cientos de recién nacidos muy vulnerables a otro tipo de alimentación.
El BLH tiene como misión promocionar la donación de leche humana, recoger la leche donada y procesarla para poder proporcionar con seguridad leche humana de la mejor calidad posible a los recién nacidos hospitalizados más vulnerables, que no pueden recibir leche de su madre transitoria o definitivamente,  para prevenir los riesgos para la salud asociados con las exposición a fórmulas artificiales y acortar en lo posible la alimentación parenteral

Telefono: 91 390 88 11
Mail: bancodeleche.hdoc@salud.madrid.org

miércoles, 21 de agosto de 2013

Respeto hospitalario

Acabamos de regresar a casa después de tres días con la peque ingresada por una infección. Siiiiii, ella ya está perfectamente (eso es lo más importante) pero no quería dejar pasar un momento más sin escribir este post. Porque me parece importante, porque me ha sorprendido y a la vez me ha hecho muy feliz.

Al margen de criterios médicos, quiero centrarme en el trato humano tanto de las pediatras como de todas las enfermeras que nos han atendido durante estos días. A diferencia de lo que sucedió con algunos turnos de enfermeras hace siete meses cuando nació Ali, esta vez -hemos estado en el mismo hospital donde nació- nos hemos sentido maravillosamente tratados con atención, cariño y, sobre todo, RESPETO.

Desde la primera noche en la que tras una larga tarde en urgencias llegamos a la habitación con mi pequeña con una vía puesta en su manita y enchufada al suero y una de las chicas me animó a echarme en la cama con la niña a pesar de que nos habían traído una cuna, siguiendo porque al preguntarnos por la comida de la niña nadie puso el grito en el cielo de que con siete meses comiera trozos ella sola y nos han traído una dieta pediátrica sin papillas. Han alabado que la niña tomara teta, mucha además durante estos días, y han sonreído cómplices cuando bien entrada la noche paseábamos por el pasillo con Alicia en el fular para intentar que el terremotito de mi hija cayera dormida.

He leído estos días muchos casos de mamás a las que se ha tratado mal, se las ha animado innecesariamente a dejar la lactancia por una visita a urgencias, han sido "invitadas" a abandonar tiendas o piscinas por amamantar, han recibido comentarios sobre su opción de portear... Y, como decía al principio, estoy muy feliz porque se ha respetado y apoyado nuestra lactancia a demanda, el colecho, el baby led-weaning y el porteo de mi pequeña además de que tanto su papá como yo hemos podido estar con ella 24 horas. Gracias a todo ello estos días se nos han hecho menos duros.

No sé que habría sucedido si la ingresada hubiera sido yo pero después de esta experiencia quiero pensar que se habrían respetado también nuestras decisiones. Al menos no tengo por qué pensar lo contrario.

Hoy, como veis, estoy doblemente feliz. Y ahora os dejo que me voy a disfrutar de i pequeña.

Hasta la próxima!!

jueves, 1 de agosto de 2013

¡¡ Feliz día de la lactancia materna !!

Hoy estoy de celebración por doble motivo. El primero es que hoy hace cuatro años que me casé por lo que celebro un momento importante en la relación con mi marido. Pero también es un día para celebrar algo muy importante en la relación con mi hija ya que es el Día Mundial de la Lactancia Materna


Desde hoy y hasta el próximo día 7 se celebra la Semana de la Lactancia (en España y resto de Europa, al ser periodo vacacional, se pasa a la semana 41 del año, a principios de octubre) organizada por la WABA (World Alliance for Breastfeeding Action).

El lema de este año es "Apoyo a las madres que amamantan: cercano, continuo y oportuno".  Con ello se quiere dar importancia a la ayuda entre iguales, de madre a madre, y a los grupos de apoyo que en muchos casos son el mejor medio para resolver dudas, sentirse acompañada en momentos duros y no abandonar la lactancia. 

Personalmente tengo que reconocer que estos grupos me han ayudado (Espacio Crianza en Leganés, Getalma en Getafe) sobre todo a entender que hay fases por las que (casi)todas pasamos como las crisis de crecimiento o los infinitos despertares nocturnos para mamar. Me han hecho ver más que con normalidad, con anhelo, lactancias de más de tres años y con ellas he aprendido truquitos que me han sido muy útiles en estos meses.

Sin embargo, creo que el éxito de nuestra lactancia -llevamos seis meses y medio que espero sólo sean el principio ya que nos hace muy feliz a las dos- ha estado dentro de casa.

Empezamos por la información. Como ya leísteis aquí una amiga me hizo "Un regalo para toda la vida" durante mi embarazo y su lectura me cambió la perspectiva e hizo desaparecer de mi cabeza prejuicios nada buenos para la lactancia. Y eso, junto con las clases de preparación al parto que hicimos con Matronasur consiguieron empoderarme, hacerme sentir completamente segura de que iba a poder amamantar a mi hija. Recuerdo que una de las últimas cosas que le dije a mi marido de camino al quirófano a nuestra cesárea, sabiendo que no estaría con mi hija desde el momento cero, fue: "Ni un biberón ni un chupete, tarde lo que tarde lo primero que necesita la niña es el pecho de su madre". Dicho y hecho. Cuando me subieron a la habitación hora y media después de que naciera Alicia (cuanto hay que mejorar en ese aspecto...) cogí a mi pequeña, la acerqué a mi y se cogió a mi pecho izquierdo, sabiendo perfectamente lo que tenía que hacer. Fue mágico, jamás olvidaré aquel momento. Recuerdo que durante mi embarazo soñé a veces con que la estaba amamantando y me despertaba con una paz difícil de describir. Pero como casi todo, es mejor cuando lo vives en realidad.

Aunque no todo ha sido un camino de rosas. Hemos pasado por los típicos comentarios "bienintencionados", que si la niña se queda con hambre, que si no es normal que pida cada poco, que si es comilona y habría que apoyar con un biberón... En fin, cuestiones que por desgracia estoy segura que casi todas las madres hemos vivido. También hubo momentos de grietas y dolor, que pasaron con alguna lágrima y el convencimiento de que era algo pasajero, que podríamos con ello y que era mejor seguir. Y noches en vela con Alicia llorando en las que llegué a dudar de todo y de mí misma. Y ahí el salvador de nuestra lactancia fue papá, ese pilar de nuestra familia, ese observador orgulloso que se convirtió hace meses en un acérrimo defensor de la teta, ese padrazo con el que justo ahora hace 4 años me uní para siempre.

Es importante contar con ayuda, ninguna mamá debería sentirse privada de ella, todas deberíamos contar con el apoyo de nuestras iguales, de nuestra tribu.

Me encantaría saber cómo fue o está siendo vuestra lactancia. Os animo a que me dejéis un comentario contándonos un poquito de vuestra historia.

Un beso (de leche!!)

sábado, 20 de julio de 2013

Eran espejismos??

Hoy me he levantado triste y preguntandome ¿por qué?. Por qué una madre debe separarse de su bebé cuando no quiere y su peque aún la necesita tanto. Por qué hay mujeres increíbles que tienen que 'aparcar' temporalmente sus sueños porque el maldito dinero no llega. Por qué tengo que alegrarme en parte de estar enferma ya que asi, al menos, puedo pasar unos días más junto a mi hija. Por qué tenemos que irnos a ganar dinero fuera de casa para pagar a otra persona que cuide de nuestros hijos. Por qué tenemos que renunciar a nuestra mayor ilusión.

Hace unas semanas estaba feliz porque parecía que el mundo cobraba luz, que todo era posible y que esta vez sí,  esta era la buena. Pero ahora parece que todo se diluye, se va apagando poco a poco y esas 'señales' que tiempo atrás eran tan claras hoy se tornan en el sentido contrario y me hacen dudar.

Me pregunto si tiene sentido. Si tiene sentido sacar fuerzas de flaqueza, levantar la vista y seguir peleando por una ilusión o si seré una ilusa siquiera por pensarlo. Quizá deberia dejarme de pamplinas y unirme al ritmo de la sociedad: trabajo, guardería...resignación.

Algo dentro de mi se rebela y me dice que no, que hay alternativas y sólo tengo que encontrarlas. Pero hay taaanto ruido fuera que me cuesta cada vez más escuchar esa voz interior.

Y siento que se me acaba el tiempo, que cada momento, cada día que pasa será mas difícil.  Y ese ansia y esas prisas me inmovilizan, y el círculo vuelve a empezar.

Hoy necesitaba sacar todo esto. Lagrimas en forma de palabras. Como dice mi adorada Pao, hoy éste ha sido mi espacio de catarsis. Hoy necesitaba escribir.

viernes, 5 de julio de 2013

Dormir contigo

Hace tiempo que quería escribir esta entrada y qué mejor momento que ahora que mi peque y mi amor duermen junto a mi.

Nuestra experiencia con el colecho vino por 'casualnecesidad'. Era una práctica que respetabamos pero no teniamos planeado que formara parte de nuestras vidas, al menos no de nuestro día a día.  De hecho a Alicia le compramos una cuna (convertible en cama asi que nos queda el consuelo de que en algún momento seguro que la utiliza...) y nos prestaron una minicuna monisima que estuvo en casa hasta hace un par de meses, mas para siestecillas que para otra cosa...

Durante sus primeros dias de vida,  Alicia lloraba desesperadamente por las noches, entre las 12 y las 5 exactamente.  Entonces caía rendida y dormía lo que le echasen. Sólo se calmaba un poco agarrada a la teta de mamá asi que, para que yo pudiera descansar un poco intentamos hacer algunas tomas en la cama. Pero los pequeños pies de la princesa se empeñaban en dar pataditas -esta vez desde fuera- a la altura de la cicatriz de la cesárea y, como podeis imaginar yo veia las estrellas. Así que en ese momento lo descartamos.

Iban pasando los días y como si de una película se tratase, Alicia y yo disfrutabamos la una de la otra en la mecedora de su habitacion, solas, con luz tenue y ella se quedaba dormida mamando mientras yo la acunaba. Bellisimos momentos. Pero era dejarla dormidita en la cuna y...pum!! Se despertaba al instante. En vez de ositos la minicuna parecía tener pinchos. Asi que otra vez en brazos y vuelta a empezar... Ella dormía feliz, calentita y en brazos de mamá,  pero yo...no podía pasarme la noche sentada en la mecedora!!

Así que un día probamos a que durmiera junto a nosotros y fue genial. Dormimos los tres casi del tirón,  calentitos y acurrucados. La peque comía cuqndo quería y ninguna de las dos llegabamos a despertarnos. Así que pasamos unas semanas con el siguiente plan: si a la hora de acostarnos estaba dormida intentabamos dejarla en la cuna (siempre en nuestra habitación) pero si estaba despierta o abría los ojitos a causa de los "pinchos", a la cama. Y como podéis suponer, acabábamos durmiendo juntos casi cada noche. Y poco a poco, casi sin pensarlo, dejamos de intentar la cuna. El colecho nos iba genial: descansabamos los tres, ni Ali ni yo casi nos despertabamos para sus tomas nocturnas, ella no lloraba nada y nosotros disfrutabamos de poder abrazarla, de la calidez de su cuerpecito acurrucandose junto a los nuestros. Nunca tuvimos miedo de aplastarla y yo, que antes me removia en la cama como un rabo de lagartija, aprendí a descansar de ladito, sin moverme y con un brazo rodeando a mi pequeña.

Y hoy, cuando se acerca peligrosamente a los seis meses, así seguimos, a pesar del calor del verano, siendo más conscientes de las ventajas de descansar juntos fundamentalmente porque a nosotros nos funciona, descansamos todos, somos felices así y eso es lo que importa. 

Y haciendo honor al título del post, os dejo con la letra de ese maravilloso bolero que yo siempre había pensado para una situación romántica pero que, escuchándolo detenidamente, es perfecto para cada una de las noches en las que en mi cama somos tres.

Dulces sueños

Dormir contigo
es el camino mas directo al paraíso 
sentir que sueñas
mientras te beso y las manos te acaricio 
Dormir contigo
es navegar en una estrella hacia el espacio 
es embriagarme
con el susurro de tu hablar tierno y despacio 
Dormir contigo
es conocer la dimensión que tiene un verso 
sentir que sueño y al mismo tiempo conocer el universo 
Dormir contigo
con tu cabello acomodado aquí
en mis brazos 
y el terciopelo que me brinda
tu regazo
que maravilla dormir contigo 
Dormir contigo con la ilusión de que despertare mañana 
con el calor de un nuevo día
en la ventana fue un algo hermoso amor.....
dormir contigo....

jueves, 4 de julio de 2013

La maternidad de la A a la Z: T de Temor

La semana pasada tuvimos nuestras primeras vacaciones en familia, junto al mar y disfrutando mucho de la peque y como estuve totalmente desconectada del mundo 2.0 no participé en el último AZ de junio (me pusisteis falta?? Espero que si, eso es que me habéis echado de menos...jejeje). Pues tras las pellas vacacionales, allá vamos. Esta semana mi palabra es TEMOR.



Temor porque junto a la ilusión, el amor y otros muchos, ha sido un sentimiento presente no desde que soy madre, sino desde que decidí que quería serlo.

Desde aquel verano en Conil del que ya os he hablado alguna vez en el que sentí que había llegado el momento, todas mis energías se concentraron en ser madre, en concebir, parir y criar a mi hij@ con todo el amor del que fuese capaz. Y ahí surgió el primer temor: y si no podía?? Y si había algún problema que me impidiese quedarme embarazada?? Ahora que sentía en lo más hondo de mi alma que la maternidad me llamaba pensaba en casos cercanos y no tanto y temía encontrarme en esa misma situación y, sobre todo, en no saber asumirlo llegado el caso.

Casi un año después y repuesta de mis males de salud llegó la ansiada noticia, había un ser del tamaño de una lentejita creciendo en mi vientre, íbamos a ser padres. Y ahí un nuevo temor; mejor dicho, varios: Irá todo bien?? Tendrá latido?? Se formará bien?? Durante esos primeros meses se venían a mi cabeza todas las historias de embarazos que no llegaban a buen término (admiro profundamente a esas mamás que han perdido a sus bebés de agua y hablan de ellos con alegría y amor), todas las complicaciones que podían surgir. Y temía hacer algo malo, que le perjudicase. Era tremenda la responsabilidad de que su bienestar, su desarrollo y su vida dependiesen cien por cien de mí y de mi cuerpo. 

En las últimas semanas del embarazo, cuando el bebé está listo para nacer, se mitigan esos temores sobre su estado y empiezan respecto a nuestras capacidades: Seré buena madre?? Sabré cuidarle?? Es tan valioso, tan importante lo que se avecina, la llegada al mundo de nuestr@ hij@ que el mayor temor es no estar a la altura.

Y por fin llega el día, ve la luz y conoce tus brazos que lo acunan como antes lo hizo tu vientre. Yo nunca sentí tanto amor, ni un temor tan grande. A que le suceda algo malo, a que se haga daño o la hieran, a perderla. Es pavor, pánico. Porque el temor a perder algo es directamente proporcional al amor que sientes por ello. Desde que nació tengo la sensación de que es tan maravilloso que no puede durar siempre, como si sólo pudiera ser madre de mi hija una temporada y luego fuesen a arrebatármela. Sé que es irracional y absurdo pero al menos, cuando me sucede, me ayuda a exprimir con más intensidad cada segundo que paso a su lado. Cada momento que me regala su adorable compañía.

jueves, 20 de junio de 2013

La maternidad de la A a la Z: A de Aprender

No me puedo creer que ya sea jueves otra vez, como pasan las semanas...Y como no podía ser de otra manera acudo a nuestra cita, casi nerviosa e ilusionada como una novia adolescente que va a encontrarse con su Romeo...yo me encuentro con vosotr@s.

 
 
 
Esta semana me he decidido por APRENDER cuyos significados "oficiales" que da la RAE podéis consultar aquí.
 
El primero de ellos hace referencia a adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia. Y esa fue mi "pequeña obsesión" desde que supe que iba a ser madre. Leí, me formé y me informé; se puede decir que 'estudié' para intentar convertirme en una buena madre y darle lo mejor a mi hija. Y no me arrepiento de haberle dedicado tiempo a esa parte teórica de la maternidad pero desde el mismo momento en el que vi a Alicia por primera vez fui consciente de que ahí comenzaba el verdadero aprendizaje, el real. Todo lo que aprendí durante el embarazo me ha servido para estar más segura a la hora de hacer y decidir muchas cosas durante los últimos meses, desde la lactancia hasta el sueño o la alimentación de Alicia.
 
Y a la vez que ella también aprende cientos, miles de cosas cada día, yo aprendo de ella. Una buena amiga 1.0 y 2.0, cuyo rinconcito blogosférico os animo a visitar, suele decirme que nuestras hijas son maestras para nosotras. Y no podrá tener más razón. Un ser tan pequeñito y perfecto que inevitablemente nos guía por el camino para convertirnos, no en la madre perfecta, sino en la mejor madre que ell@s puedan tener.
 
Pero como suele suceder cada semana, mis palabras me sorprenden y me dan la oportunidad de aprender (jeje) algo más. Otro de sus significados es prender. Pasaros a leer los significados, please, porque le veo muchísima relación con la pa/maternidad: fecundación por el macho, preñez de la hembra, tomar o recibir -a nuestros pequeños-, arraigar...Será mi 'sesgada' visión maternal o la #puramagia?? Lo dejo a la lectura de cada uno.
 
Y otra de mis fuentes de aprendizaje, hermosa e inesperada por cómo surgió, sois vosotr@s. Con las que comparto, desahogo y relativizo mi día a día. Me considero muy afortunada de contar, junto con mi familia y amigos, con esa tribu 2.0 a la que cada día quiero más.
 
Un beso y feliz semana


miércoles, 19 de junio de 2013

Pero qué a gustito vas ahí, eh?

Es la frase que más escucho últimamente cuando voy porteando a Alicia (si va dormida la frase ya se dirige a mi y es algo como: Ooohhh!! Que a gustito va ahí con mamá!!). Pues eso, que en las últimas semanas cuando vamos por ahí la gente nos mira, sonríe y suele hacernos ese comentario -los más tímidos se limitan a la sonrisa...-.
Y tengo que decir que me hace muy feliz, que el porteo se este 'normalizando' (Dios! Que horror de palabra, pero no se me ocurre otra para expresarlo...) y que la gente,  aunque no sea consciente de toooodos los beneficios que tiene, al menos si vea algunos evidentes como que los bebés van felices, cómodos y seguros pegaditos a mamá. O a papá,  o a quien tenga el enorme placer de llevarles puestos (por qué no habrá un equivalente castellano a babywearing?? Con lo preciosa y gráfica que es esa palabra. ..)

Recuerdo las primeras veces que salimos con la mochila, nuestra 'discreta' Ergobaby azul, y la gente se volvía extrañado para mirar. Nunca me imaginé como debía sentirse un perro verde hasta ese momento. Y nos daba igual, porque nos gusta (a los dos, que tengo en casa a un papá canguro con todas las letras!!) y sabíamos lo bueno que es para nuestra hija. Pero seguro que hay muchos papás a los que les hace sentirse incómodo o inseguros de si lo estarán haciendo bien. Y eso era con  una mochila que está como más "aceptado" ya que la gente está acostumbrada a verlas en las estanterías de las tiendas...no hace falta que os diga que el 90% de lo que se ve y vende en tiendas de puericultura conocidas son "colgonas", otra lucha más!!!Ahora ya estoy 'curada de espanto' de los comentarios y miradas porque sino no me quiero imaginar como seria salir con el fular, la bandolera o...el tonga!!! Jejeje

Hoy, cinco meses después de la llegada de nuestra pequeña, estoy orgullosa de ser una mamá canguro, consciente de todo lo que me queda por aprender pero feliz por el camino ya recorrido. Orgullosa también de haber ayudado a descubrir el 'buen porteo' a amigas y gente de mi alrededor y de ver cómo llevan a sus peques y ambos disfrutan de lo maravilloso de ese contacto. Y muy feliz de haber encontrado en este camino a personas que hacen que siga aprendiendo y disfrutando cada día más del porteo, que me ayudan y me acompañan, que se han convertido en buenas amigas y por las que sonrío cuando al escuchar la frase con la que titulo este post me descubro respondiendo: "Si, va tan feliz en brazos!!"

viernes, 14 de junio de 2013

Desde Buenos Aires con amor

Hoy vengo a compartir con vosotr@s algo que me pareció tan hermoso que tenía que mostrároslo. Gracias a este mundo blogosférico en el que llevo inmersa un par de meses he conocido a mujeres increíbles (a algunas afortunadamente en persona) y hace unas semanas supe de la existencia de una argentina -ché! relinda!- que escribe desde ese Buenos Aires que espero poder conocer algún día y nos cuenta poco a poco la historia de su pequeña Muriel.

Os dejo aquí el enlace al post donde se recoge este maravilloso poema aunque os recomiendo encarecidamente que le echéis un vistazo al resto del blog porque os aseguro que merece la pena.

Gracias, Pao, por dejarme compartir este cachito de tu alma.  Un beso transatlántico.


(A Muriel)

Ya no soy el ombligo de mi mundo. No.

el amor plantó una semilla en mi vientre
dicen las buenas lenguas que hay que regarla a diario
durante nueve lunas

Ya no soy el ombligo de mi mundo. No


mi vientre se convirtió en un saco de lana

dicen las buenas lenguas que pronto sentiré
cosquillas y pataditas

Ya no soy el ombligo de mi mundo. No


mi vientre se infló como un globo

dicen las buenas lenguas que de allí saldrá 
una hermosa niña: la luz de mis ojos

Ya no soy el ombligo de mi mundo. No

                           Ahora mi mundo tiene otro ombligo.

 

jueves, 13 de junio de 2013

La maternidad de la A a la Z: C de Creatividad

De nuevo jueves (buff!! qué rápido pasan los días...) y de nuevo aquí para aportar mi granito de arena a la GOM. Espero que la jefa haya disfrutado de sus merecidísimas vacaciones y se alegre de tener a toda la tribu blogosférica rendida una semana más a su iniciativa.



Mi palabra de hoy es Creatividad.

Os dejo lo que dicen los sabios de la RAE y luego vamos con la versión mamadoracacharreadorística (toma trabalenguas!! al que lo diga en voz alta sin liarse que me mande el audio que prometo publicar!! jejeje) 

creatividad.
1. f. Facultad de crear.
2. f. Capacidad de creación.

Y por referencias (al final tengo que poner la coletilla todas las semanas...)
creación.
(Del lat. creatĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de crear (establecer).
2. f. Acción y efecto de crear (instituir).
3. f. Acción de crear (hacer a alguien lo que antes no era).
4. f. Acto de criar o sacar Dios algo de la nada.
5. f. mundo (conjunto de todas las cosas creadas).
6. f. Obra de ingenio, de arte o artesanía muy laboriosa, o que revela una gran inventiva. Su discurso nos sorprendió porque fue toda una creación
7. f. ant. crianza (acción y efecto de criar).
 
Estoy orgullosísima de mi elección de esta semana aunque, siendo honestos, no voy a echarme flores que no son mías. El significado inicial que para mí tuvo esta palabra cuando me vino a la cabeza fue la creatividad que despierta en nosotros la maternidad para buscar -y encontrar- soluciones originales a mil situaciones que todas conocéis:
 
* Cómo comer/cocinar/recoger con una sola mano porque tienes al peque en la otra aunque lo que estés comiendo sea un entrecot, tú te apañas. (Inciso: benditos portabebés!!! reconozco que en mil ocasiones sigo funcionando en #modomanco aunque el porteo ha traído una libertad muy grande a mis días. Gracias a las que me habéis ayudado en este sentido, vosotras sabéis quienes sois)  
*Hacer tooodas las virguerías que te vengan a la cabeza para que tu chiquitín sonría y esté entretenido. Idem, que igual tienes menos flexibilidad que el palo de una escoba pero si se te ocurre probar el pino puente y funciona...
* Cambiar pañales en cualquier momento y lugar. No importa lo dificultoso de las circunstancias, una mamá (o papá, que me acuerdo de vosotros...) se las ingenia para conseguir dejar el culito de su bebé, y a veces al bebé completo, limpito, reluciente y perfumado si hace falta, minimizando llantos y riesgo de manchas.
* Inventar canciones/cuentos/juegos para mantenerles entretenidos en un viaje, ayudarles a dormir o simplemente porque ellos lo necesitan en ese momento y nuestros hijos son lo primero.

También pensé en la creatividad necesaria para conciliar (palabra de ambiguo significado maternal, a ver quien se anima con ella un día de estos) no sólo el tiempo, sino la energía y las ganas, que dedicamos al trabajo y a nuestros hijos, consiguiendo que tras una durísima jornada en la que has discutido con un cliente, has preparado siete informes, tu jefe te ha llamado porque tienes que implicarte más, y un sinfín de situaciones que todos podríamos añadir, después de todo eso, encuentras la forma de llegar a casa con una sonrisa de oreja a oreja, ganas de jugar y escuchar las batallitas de los niños, porque ellos lo valen.
O la creatividad de otros padres y madres valientes que encuentran la forma de cumplir su sueño y sacar a sus hijos adelante sin separarse de ellos.

Todo esto me parecía suficientemente relevante en mi experiencia maternal como para dedicarle este post.

Pero hete aquí que me leo las acepciones de la RAE y vuelvo a encontrarle a mi palabra un significado más profundo (no puedo evitar mi vena místico-trascendente con lo que el yoga significa para mi. Oooohhhmmmm!!!)

Qué mayor creación que una nueva vida?? Hay alguna obra de arte más hermosa, perfecta  y laboriosamente creada que un bebé?? El diccionario hace referencia a creación como el hecho de sacar Dios algo de la nada. Y eso unido a mi ateoagnosticismo indefinible me hace plantearme si no somos divinas por el hecho de ser madres... Ahí lo dejo...

Voy más allá: el último significado de creación es crianza, algo en lo que tod@s los que aquí estamos y participamos estamos inmersos desde el minuto cero de la vida de nuestros peques. Por tanto, creatividad es la capacidad de criar, esa que desarrollamos cada día y en la que aprendemos de nuestros propios hijos, de otras madres (como todas vosotras, gracias por estar ahí!) y de nosotras mismas. Y ahora...quién decís que es El Creador???

Un beso a todos y feliz semana

lunes, 10 de junio de 2013

Cuenta atrás

Dentro de un mes estaré trabajando. Seis millones de personas en este país serían felices al poder decir esta frase pero hoy a mi me roba la sonrisa. Y me siento fatal por ello, en los tiempos que corren, afortunado aquel que cuenta con un trabajo que permita sacar a su familia adelante. Pero no lo puedo evitar. Sé que es hasta políticamente incorrecto pero este blog es mi pequeño espacio de libertad así que...si no puedo desahogarme aquí, dónde hacerlo??

Estoy tristona, sí, un poco. Tampoco ayuda el hecho de que el tiempo aún no sea bueno y luzca el sol como debe, que mis problemas de salud, esos que respetaron mi embarazo y el nacimiento de Ali, hayan vuelto a hacer aparición y me tengan más flojilla de la cuenta, y que ese trabajo al que vuelvo (y al que tanto le debo, por otro lado) no sea el sueño de mi vida. Trabajo con gente estupenda y me siento querida y reconocida en la empresa, y soy consciente de que eso vale muchísimo, pero no me ilusiona, no me hace feliz. Se ha convertido en el medio para ganar un dinero cada mes que nos permite disfrutar de una vida tranquila y pagar nuestras facturas. El runrún del trabajo soñado, ese que te hace despertar entusiasmada y con energía cada mañana, ronda en mi cabeza desde hace tiempo, aunque eso será tema para otro momento.

Pero obviamente, lo que me hace estar más triste de volver al trabajo es separarme de la peque. Sé que son sólo unas horas al día y que ella va a estar fenomenal (se va a quedar con l@s abuel@s y su papi tiene unos días de vacaciones en agosto que sé que le va a dedicar por completo), pero se me hace difícil. Llevamos casi cinco meses juntas las veinticuatro horas del día, descubriéndonos, siguiendo el minuto a minuto de cómo crece y cultivando ese vínculo maravilloso que une a una madre y a su hija. Y es que creo que tengo yo más hijítis que ella mamitis, sin duda. 

En parte me siento egoísta por todo lo que os estoy contando, tengo un trabajo al que volver, mi vida es estupenda y tengo una hija fantástica con la que voy a compartir todo el día durante casi seis meses (sumando permiso de lactancia y vacaciones) mientras otras madres cuentan con las 16 semanas ramplonas -incluso menos ya que reciben ciertos 'comentarios y sugerencias' para que se incorporen antes por el bien de su carrera profesional-. Pues eso, que me siento egoísta pero los sentimientos no son fáciles de controlar (si alguien sabe cómo hacerlo, que hable ahora o calle para siempre!!!).

Sin embargo, hay cosas que siempre quedan. Esta noche metidas en la cama, justo cuando se ha quedado dormida acurrucada junto a mi la he abrazado y he besado su cabecita aspirando ese dulce aroma que desprende. Y me he dado cuenta que esos momentos no habrá trabajo ni separación que nos los puedan arrebatar.

Un beso y feliz semana

jueves, 6 de junio de 2013

La maternidad de la A a la Z: D de Descubrimiento

Van pasando los días y me doy cuenta de que en la última semana me está costando mucho encontrar huecos para ponerme a escribir, espero que sea algo pasajero y mis energías vuelvan pronto. Sin embargo, la cita de hoy era ineludible y aunque voy más tarde de lo que me gustaría aquí estoy. Va por vosotr@s!!



Esta semanita me pedí la D de Descubrimiento después de darle porrocientasmil vueltas a qué palabra elegir. Tenía más o menos claro el sentimiento que quería expresar pero no la palabra con la que hacerlo y al final me decidí por esta aún a riesgo de no ser la más adecuada.

La RAE nos dice lo siguiente:
descubrimiento.
(De descubrir).
1. m. Hallazgo, encuentro, manifestación de lo que estaba oculto o secreto o era desconocido.
2. m. Encuentro, invención o hallazgo de una tierra o un mar no descubierto o ignorado.
3. m. Territorio, provincia o cosa que se ha reconocido o descubierto.

Esta vez sí que sí, como se suele decir...la primera en la frente!!! La primera acepción da en el clavo de lleno con lo que para mí ha supuesto la maternidad, una manifestación de cosas (léase sentimientos, inquietudes, anhelos e incluso aptitudes y habilidades) que estaban ahí pero dormiditas esperando salir al mundo junto con mi pequeña.

El primer descubrimiento fue el hecho de querer ser madre. Sí, yo era de las que siempre había dicho que quería tener hijos pero es que lo veía taaaan lejano... Cuando nos casamos decidimos que esperaríamos un año y luego ya nos animaríamos a tener familia. Y cuando se acercaba nuestro primer aniversario...qué angustia!! Era pensar en quedarme embarazada y sentir vértigo. Era una sensación física, como cuando caes en la Lanzadera del Parque de Atracciones, pues igual. Obviamente sintiéndome así no iba a lanzarme a ser mamá así que mi marido (si hubiera sido por él ya tendríamos un par de churumbeles) esperó pacientemente a que a mí me sonase el reloj biológico. Y de repente un día lo descubrí: quería ser madre. Fue la última noche de nuestras vacaciones de 2011, hablábamos de la hija de unos amigos y lo pensé; esperé que llegase ese vértigo pero no llegaba, y no pegué ojo en toda la noche dándome cuenta de que había llegado el momento. Al día siguiente se lo conté al futuro papá y ahí comenzó la historia.

El proceso de convertirme en mamá, desde intentar quedarme embarazada y que se retrasase por problemas de salud hasta el propio embarazo, me hizo descubrir que soy más fuerte de lo que creía y que, a pesar de venirme abajo a veces con altísimas dosis de drama, al final siempre tiro p'alante y mi positividad gana a mis neuras. También fui consciente de que cuando deseas algo más que ninguna otra cosa en el mundo y centras tus energías en ello no hay nada imposible.

El nacimiento de Alicia fue el descubrimiento, en sentido literal, más hermoso de mi vida: el encuentro con la vida que estaba oculta en mi vientre. La primera mirada, el primer abrazo, las primeras lágrimas de puro amor. El encuentro de una madre y una hija descubriéndose mutuamente.

Desde ese día tengo la suerte de descubrir el mundo de nuevo a través de ella, mirando con asombro lo que le rodea, sorprendiéndose con sonidos y colores que para ella son nuevos. Sonriendo al ver como descubre sus manos y sus pies. Sintiéndolo todo de nuevo como cuando yo era una niña.

Y, por último, me estoy descubriendo a mí misma. Profundamente. A veces suelto esa manida frase de que la maternidad me ha cambiado pero... no será que el ser madre ha hecho que surja mi verdadero yo? Creo sinceramente que todos esos sentimientos e inquietudes que ahora me llenan siempre estuvieron ahí, dormidos, esperando el momento para surgir igual que las flores esperan a la primavera (buff, que cursi me acabo de poner...) y tengo que ir conociéndolos poco a poco para ser fiel a lo que soy, a la mujer en la que me convierto cada día.

Y ahora os dejo, que acabo de descubrir que Ali se ha despertado y quiere jugar con mamá. Hasta la semana que viene. Besos

 

lunes, 3 de junio de 2013

De estreno

Llevo unos días un poco desaparecida por temillas técnicos y eso es lo que os vengo a contar hoy.
En primer lugar...ya tengo logo!!! Se que no es nada del otro mundo pero para mi es significativo.  De entrada porque ya tengo una imagen que identifique a mamadoracacharreadora. En segundo porque lo he hecho yo solita y teniendo en cuenta mis nulos conocimientos en diseño y escasisimos en informatica creo que no es moco de pavo. Y tercero porque es mi tatuaje, lo q lo hace algo especialmente mio. De mi tatu ha habido interpretaciones varias aunque yo siempre he visto una especie de corazon entrelazado y también por eso me pareció una imagen bonita para representar el blog.
La segunda novedad es que ya tenemos página en facebook. Lo sé, lo sé, tengo pendiente poner los botones por aqui para enlazar pero es que estoy organizando cositas nuevas para cambiarle la cara al blog y ya aprovechare. Pero bueno, que si buscais "mamadoracacharreadora" en facebook lo encontrais enseguida...
Y por último, estoy estrenando móvil nuevo que mi amor me ha traído esta misma mañana del "día sin iva". El otro ya estaba muy cascado y ya no me dejaba conectarme a Internet, me echaba de WhatsApp... Una de las primeras cosas que he hecho con el ha sido descargarme la app de Blogger y estrenarla con este post. Que contenta estoy!!!
Bueno, os dejo de momento pero amenazo con volver muy pronto. Besos

sábado, 1 de junio de 2013

Flechazos

Os ha pasado alguna vez que conocéis a alguien y por buena pinta/referencias/palabras que tenga...ainnnnsss, como que no..no hay feeling?? Personalmente me ha ocurrido bastantes veces, personas que por el motivo que sea, de hecho la mayoría de las veces no sabes porqué, no te llegan y te producen como una especie de rechazo inconsciente. En palabras es difícil de explicar pero si habéis tenido la sensación la reconoceréis perfectamente.

Y a veces pasa justo lo contrario, de repente y en el sitio más inesperado te topas con alguien y enseguida surge la chispa. No me refiero al lado romántico del asunto con la idea de ese amor a primera vista; no dudo de su existencia, que seguro que haberlos hailos, pero no lo conozco. Aunque sí esos flechazos que acaban en una bonita amistad.

A veces esa persona empieza a hablar y te reconoces inmediatamente en sus palabras. Otras, es tan distinta a ti que te abre una nueva perspectiva al mundo y eso es lo que te atrae. Y hay ocasiones en las que ni siquiera hacen falta muchas palabras (ay! que al final me sale la vena romanticona...) sino que esa conexión trasciende, se puede 'sentir' y es algo tan difícil de explicar como lo que os contaba al principio, pero en el sentido opuesto, en el del buen rollo.

De unos meses a esta parte he tenido la enorme suerte de encontrarme y reencontrarme con amigas maravillosas. Mujeres que, pase lo que pase, ya están unidas a mi historia para siempre. Y con algunas de ellas he sentido esa fuerza que os comentaba, como si el destino nos hubiese cruzado en ese preciso instante por alguna razón. Y poco a poco ese motivo "místico" de unión va adquiriendo un sentido, va tomando forma y convierte esa amistad en pieza clave de tu felicidad.

Me considero muy afortunada por tenerlas en mi vida, sabiendo que puedo contar con ellas y que, cuidando esa amistad con mimo y cariño, seguirá creciendo y afianzándose. Gracias por haber llegado, por estar y por ayudarme a dibujar mi vida con más colores cada día. Simplemente, gracias.

miércoles, 29 de mayo de 2013

La maternidad de la A a la Z: P de papá


Aquí estamos de nuevo con la cita semanal que Vero de Trimadre a los 30 ideó para llevar a cabo entre tod@s una de las iniciativas más chulas de la blogosfera.


Mi palabra de esta semana es PAPÁ. Esto es lo que nos dice la RAE:

papá.
(Del fr. papa).
1. m. coloq. padre (respecto de sus hijos).
 
 Y por referencia...
 
padre.
(Del lat. pater, -tris).
1. m. Varón o macho que ha engendrado.
2. m. Varón o macho, respecto de sus hijos.
3. m. Macho en el ganado destinado a la procreación.
4. m. Cabeza de una descendencia, familia o pueblo.
5. m. U. para referirse a ciertos religiosos y a los sacerdotes.
6. m. Origen, principio.
7. m. Autor de una obra de ingenio, inventor de otra cosa cualquiera.
8. m. Rel. Primera persona de la Santísima Trinidad.
 
Dejando a un lado las implicaciones religiosas (las que me conocéis sabéis que no va conmigo) he de decir que me ha gustado especialmente el sexto significado (uy! ha sonado como El Sexto Sentido; en ocasiones veo...bueno, da igual! jejeje). Origen. principio. Me ha sonado solemne, casi místico. Y es cierto. Mi primer post se tituló "El principio del comienzo" haciendo referencia a mi hija (Alicia, mi Verdad, ya sabéis...) y el origen de ella, obviamente, fuimos su padre y yo.

Para mi el padre es la mitad de la perfección que supone un hijo y, al menos en mi caso, uno de los principales motivos por lo que quieres tenerlos. Porque amas a esa persona tanto que quieres personificar ese amor en algo más grande que vosotros dos; como nos dijo mi hermano el día que nos casamos "aquello que os haga inmortales, vuestra huella en el mundo".

Es un pilar de apoyo permanente, la fuerza para seguir cuando flaqueas y crees que no puedes más, el que siempre sabe mantenerse en un segundo plano porque 'madre no hay más que una' aunque él se merezca el premio al mejor protagonista.

Es el ejemplo, la confianza, el referente para sus hijos. Esa especia de héroe al que admirar sin importarles nada más, porque su papi es el mejor.

Pero mi palabra no era padre, recordáis?? Era papá.
Porque papá es el mismo padre fuerte, líder, jefe de la tribu. Pero es más que eso; es el que juega con sus peques, les lee cuentos y hace el tonto hasta el límite para conseguir una sonrisa. Papá es el padre desde la ternura, la figura de autoridad llena de amor. Padres son los demás, papá es el tuyo.

Y como no podía ser menos tengo que dedicarle este post a los que siento, vivo y pienso como los mejores padres del mundo, el mío y el de mi hija. Ellos son mi inspiración y les quiero con toda el alma. Gracias cariño. Gracias papá.

 

martes, 28 de mayo de 2013

Y entonces llegó ella (el desenlace)

14 de enero, seis y cuarto de la mañana, un frío tremendo y nadie por la calle. Salimos los dos, solos y juntos, tranquilos, y nos montamos en el coche. Emprendimos camino al hospital del que nos separaba casi media hora de trayecto, escuchando música y cogiendo las rotondas con cuidado porque yo veía las estrellas. Las contracciones seguían así que pintaba que la cosa no era broma.

Llegamos al hospital y la sala de espera de urgencias vacía, le explico a la chica de recepción que estoy de cuarenta semanas y con contracciones desde ayer y enseguida me pasa con la matrona. Pobre! Si tenía la marca de las sábanas aún en la cara... Me faltó decirle: -Hola! Qué tal? Vengo a animarte un poquito la guardia!!

Me examinó y el cuello ya estaba borrado pero aún no había dilatado nada, no estaba de parto. Me desinflé un poco, lo reconozco, pensé que la cosa habría avanzado un poco más. Me puso el monitor y en función de lo que viese tomábamos la decisión. Y allí nos quedamos, mi marido, la maquinita, nuestra pelota de tenis y yo. Sí, sí. Habéis leído perfectamente. Pelota de tenis. Mis contracciones venían 'de riñones' y hacer rodar la pelota fuerte masajeando las lumbares me aliviaba cosa fina. Él miraba el impreso del monitor, yo le preguntaba e intentaba mantenerme relajada. Al rato la matrona pasó a recoger el informe, se lo llevó y volvió a aparecer a los pocos minutos:
- Aún no estás de parto pero te vas a poner en nada. Con estas contracciones no te puedo mandar a casa así que te quedas ingresada.
Según salió del box mi chico y yo chocamos las manos en señal de triunfo; primera meta conseguida: no nos habían mandado de vuelta a casa.

Nos subieron a la habitación y mi amor me hizo una preciosa foto junto a la ventana, la última foto con Ali dentro de mi. A pesar del frío era un precioso día de invierno. El sol había salido a recibir a mi pequeña.
Avisamos a nuestros padres y hermanos y gracias al suero que me pusieron (no había desayunado nada y la cena de la noche anterior salió por donde había entrado...) las contracciones aflojaron y me quedé adormilada un rato.

Mis padres y mis suegros llegaron justo para verme, darme un beso y...adiós!! Me bajan a dilatación!! El celador, un encanto, bromeando y charlando conmigo. Y cuando llegamos abajo...Mª Eugenia!! Mi querida Mª Eugenia!! La matrona que había conocido el día que fuimos a visitar el hospital era la que me iba a acompañar. Aquello marchaba muy bien.

Me volvió a colocar el monitor aunque me dio libertad total para levantarme y moverme lo que necesitara, y me confirmó que ya habían avisado a mi ginecólogo de que yo estaba allí. Al rato vino a explorarme de nuevo y la cosa seguía muuuy lenta, además de que las contracciones habían aflojado hasta casi desaparecer. Me puso oxitocina, muy poquita me dijo, para que avance el parto pero no te duela. Me trataba con un cariño y una dulzura que hicieron que estuviese muy cómoda.

Sorprendentemente llevaba mejor el dolor tumbada y con el masaje de la pelotita así que allí seguimos, aunque con la oxitocina sintética dolían mucho más.

Un rato después mi marido me dijo: -Creo que vienen a verte... Y escuché fuera la voz de Miguel Ángel, mi médico. Ya estaba allí y enseguida entró en la sala a ver cómo estaba. Es un encanto de hombre y ese día me transmitió mucha seguridad y calma. Al explorarme de nuevo ya había dilatado 3 cm (mi record!!) pero al tocar la cabeza de la niña peloteaba hacia arriba. El monitor indicaba que Alicia estaba en el límite de la taquicardia así que me explicó las opciones.

Podíamos esperar a ver cómo avanzaba aunque por el tiempo de gestación, volumen de contracciones, etc, era raro que no hubiese dilatado más (al no encajarse la niña no ayudaba). Además él tenía consulta y si la niña hacía "un extraño" vendría enseguida pero posiblemente tuvieran que atenderme de urgencia. Otra opción era hacer cesárea, ya o por la tarde si el parto no avanzaba.

En ningún momento nos presionó. Allí estábamos los cuatro: mi médico, mi matrona, mi marido y yo, y juntos teníamos que tomar la mejor decisión Se limitó a decirnos que si queríamos su opinión, él haría cesárea porque había algo (desproporción, cordón...) que no estaba dejando a la niña bajar y ya se hacía notar en el ritmo de su corazoncito. Nos consta que es muy 'pro-parto' así que si nos decía eso, por algo sería...

No lo dudamos. Decidimos hacer la cesárea lo antes posible para que la peque no sufriera y se programó para una hora después. En aquel momento pedí la epidural pero como el monitor mostraba casi taquicardia, me dijeron que podría perjudicar al bebé y era preferible esperar a justo antes de la intervención. Así que una horita de contracciones de regalo!! (ya sin la oxitocina sintética, eso si...)

Pedimos que me acompañara mi chico en quirófano pero el protocolo del hospital no lo permitía (punto importante a mejorar) y esa fue la pena más grande de aquel momento, que él no estuviera conmigo, agarrando mi mano y viendo como su hija abría los ojos al mundo. El médico le dijo: - Espera en la puerta y en cuanto la oigas llorar la sacamos contigo. Haría el "piel con piel" con su papá. Nos despedimos con un beso y me llevaron a quirófano.

Allí todo el mundo fue muy amable, todos se presentaron, me preguntaron cómo me encontraba y me trataron con mucho cariño. Hablaban conmigo, no entre ellos haciéndome sentir como un mueble. Nada de eso.

En cuanto la anestesia hizo efecto comenzaron y fue increíble. Pensé que no iba a sentir nada pero no fue así. Lo noté todo, sin dolor pero tenía sensibilidad. Y Miguel Ángel me lo iba narrando. Se alegró de que hubiéramos tomado esa decisión porque al abrir el líquido estaba meconial y cuando llegó a Alicia descubrimos el motivo de que no bajara...tres vueltas de cordón en el cuello!! En aquel momento fui consciente de que habíamos tomado la decisión correcta y unos segundos después...Alicia nació. La sentí salir de mi cuerpo, cómo el peso de su cuerpecito salía de dentro de mi. Igual que las almas abandonan el cuerpo en la peli de "Ghost". Simplemente maravilloso.

La oí llorar, giré la cabeza y la vi, medio moradita y lloré de emoción (igual que ahora mismo al recordarlo, no lo puedo evitar). Enseguida la trajeron junto a mi, para que la viera y la besara. No podía parar de decir "mi niña, mi niña!!". Nunca olvidaré su olor, la tibieza de su piel, su suavidad... Ya estaba en el mundo.

La llevaron junto a su padre (su padrazo!!!) y yo, mientras terminaban, caí dormida después de tanta emoción.
De camino a la sala de reanimación vi a mi chico, estaban juntos, y pude coger a mi nena en brazos por primera vez y abrazarla. Dejó de llorar en cuanto la tuve en brazos, sabía que era yo. Y después de una hora en la que me esforcé a tope por mover las piernas (sabía que cuanto antes recuperase la sensibilidad, antes me subirían con ella) llegué a la habitación donde todos me esperaban emocionados y mi niña llorando. La cogí de nuevo, la acurruqué y se agarró a mi pecho buscando alimento y el calor de mamá. Ya era perfecto. Ya estábamos juntas y no importaba nada más.

Te quiero, mi vida. Eres lo mejor que me ha pasado






lunes, 27 de mayo de 2013

Y entonces llegó ella (primera parte)

Quería haber escrito esta entrada días atrás y publicarla durante la Semana del Parto Respetado pero se me ha hecho tarde. Aún así, no quería dejar de hacerla ya que estaba pululando sobre mi cabeza desde que comencé con el blog así que, ahí va.

Mi embarazo había ido estupendamente, ni un sólo sobresalto, ni molestias excesivas y todas las pruebas correctas, lo que tenía que salir negativo era negativo y lo que tenía que salir positivo...pues eso.

La fecha "prevista" para que llegase la peque (qué gracia le hacían a mi marido las siglas...FPP, FUR...todo en clave...jejeje) era el 15 de enero. Aún así había gente que apostaba -hicimos hasta una pseudoporra eligiendo día- que nacería en 2012, o para Reyes...había para todos los gustos.

El caso es que la semana anterior a salir de cuentas, esa semana 40 de embarazo que se hace taaan interminable y en la que vuelves a buscar síntomas que indiquen que el parto viene igual que nueve meses antes buscabas síntomas de si te habrías quedado embarazada aunque la regla no te tocase hasta varios días después, esa semana mi médico estaba un poco 'inquieto' respecto a mi barrigón. Los monitores estaban bien, yo no tenía contracciones más allá de las de Braxton-Hicks (mi chico las rebautizó como de Hichy-hichy, ay! lo que nos reímos...) y aún quedaban día para la FPP. Pero la niña no se encajaba ni yo borraba el cuello y como además era grandota, le daba en la nariz que algo pasaba.

Total, que en la revisión del viernes (la FPP -jeje- era el martes siguiente) me citó para el lunes porque si para esa fecha no me había puesto de parto quería programar para el miércoles. Programar??? En la 40+1?? Por qué????!!!! A lo mejor mi niña tardaba unos días más en estar preparada y no había que forzarla a salir antes!!!

Pasamos toda esa tarde y el sábado rayadísimos, sin entender qué ganábamos ninguno forzando el parto en aquel momento y ya con algo de preocupación sobre si la niña estaría bien o no aunque, por los patadones que daba, yo estaba relativamente tranquila. Además, mi querido esposo había estado resfriado esa semana y a que no sabéis quién se levantó constipadísima el sábado??? Bingo!! La moi!! En aquel momento yo rezaba (es una forma de hablar, que yo de rezar, poco poco) porque se retrasara unos días y me diera tiempo a recuperarme. Pero Alicia tenía otros planes...

La madrugada del sábado al domingo me desperté sobresaltada porque la niña se había movido de una manera rara. Era como tener una batidora descontrolada en la barriga, como si hubiera decidido pegarse el gran baile ahí dentro y darse la vuelta -llevaba muchas semanas ya colocada-. Una vez que pasó el sustillo me volví a dormir ya que la notaba moverse con normalidad, todo estaba bien. Pero a la hora de levantarnos noté que algo había cambiado, esas contracciones no eran las del amigo Hichy-hichy...

No quise decir nada (oh! dios mío! las madres primerizas y sus ataques de histeria con los partos!!!) hasta estar más segura así que le pedí al papi de la criatura unos churritos para desayunar (lo de que el chocolate caliente provocaba el parto sería una leyenda urbana...??) y me dispuse a disfrutar del festín. Durante el desayuno mi cara al llegar las contracciones me delató:
- ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Te duele?
- Mmmm, son contracciones.
- ¿De parto?
- No lo sé (no he parido nunca...), pero son distintas, eso sí

Entre las contracciones, el catarrazo y que era domingo y hacía un frío terrible, me vine al sofá, exactamente al mismo sitio donde estoy sentada escribiendo ahora mismo, a descansar. Habíamos decidido no avisar a la family hasta que ya estuviésemos en el hospital con ingreso, para no alarmar y poder ir nosotros con calma. Así que para pasar el tiempo comencé a whatsappear con mis "mamás-yoga". Ellas me decían que a lo mejor ya había llegado el momento, que estuviese tranquila y que controlase la frecuencia de las contracciones así que me puse a ello. 10 minutos, contracción. 10 minutos, otra. 10 minutos, la tercera. Ay, mi madre! Que son regulares!! Bueno, 10 minutos es mucho así que con calma...

Así pasé el resto del día, controlando el ir y venir de contracciones que se habían clavado en los 10 minutos. Eso yo. Porque mi chico viendo el panorama se dedicó a recoger y limpiar la casa por si teníamos que salir zumbando. A última hora de la tarde hablé con mi querido hermano para contarle como estaba y pedirle que hablase con una amiga suya que es ginecóloga para confirmar si era normal llevar casi 12 horas con contracciones regulares cada 10 minutos. Me dijeron que si, que de hecho podrían desaparecer y luego volver, que era totalmente normal. Bueno, pues nada, a seguir con calma. En cualquier caso habíamos decidido aguantar en casa todo lo que pudiéramos para no llegar al hospital y que nos mandaran de vuelta. Además en casa estaba más relajada y soportaba mejor las molestias.

Pero como a las diez y media de la noche...bruuummm!! Otra "sacudida rara", un rato de contracciones totalmente irregulares y luego, cada 5 minutos. Uff! parece que esto se acerca... Cuando llevaba así cerca de dos hora decidí darme una ducha y marcharnos a Urgencias. Pero la ducha calentita me relajó y las contracciones aflojaron.
- Bueno, pues nada, nos quedamos
- Estás segura??
- Esperamos un ratito y vemos cómo va, vale?
- Ok, como tu quieras.

El pobre se quedó dormido en el sofá mientras yo seguía cual juez de final de atletismo, cronómetro en mano, controlando si mi pequeña se decidía a venir ya o no. A las tres de  la mañana le dije que nos fuéramos a la cama porque aquello parecía no avanzar y él tenía que trabajar al día siguiente. Eso hicimos, pero al estar en la cama mis amigas las contracciones de parto se aceleraron e hicieron más intensas. Así aguanté dos horitas, respirando para controlar el dolor, mirando el reloj entre el miedo y la emoción, comprobando que todo apuntaba a que había llegado el momento, intentando asentar en mi cabeza la idea de que por fin iba a conocer a mi niña, iba a ser madre.

Pasadas las cinco sonó el despertador. Él lo apagó, se dio la vuelta para mirarme y darme un beso y me preguntó:
- Me voy a trabajar??
- No. Vamos a vestirnos y nos vamos al hospital. Parece que ya viene

jueves, 23 de mayo de 2013

La maternidad de la A a la Z: V de Verdad

Hoy me uno por primera vez a este pedazo de carnaval que Trimadre a los 30 empezó hace un par de semanas. Genial idea, Vero! Imposible dejarla pasar...
 
 

Aquí os dejo el significado que le da la RAE (no me gusta nada, una palabra tan bonita y esa definición tan, tan, taaann...)
 
verdad.
(Del lat. verĭtas, -ātis).
1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2. f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3. f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
4. f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
5. f. Cualidad de veraz.
6. f. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende.
 
Y he aquí la versión de mamadoracacharreadora:
 
Verdad es el significado del nombre de mi hija Alicia y eso también nos ayudó a decidirlo, era un detalle más que lo hacía perfecto.
 
Y verdad es lo que ella ha traído a mi vida. Puede sonar cursi o empalagosamente poético recurrir a eso de que mi hija le ha dado el sentido a todo (aunque en realidad creo que la mayoría de las madres lo sentimos así en cierto modo) pero sí que me ha hecho volver a las cosas auténticas y encontrarme a mi misma, a quien soy yo de verdad y a luchar por las cosas en las que creo y que me hacen feliz. Porque ahora no es sólo mi felicidad la que está en juego, también la suya.
 
La maternidad le ha dado la vuelta a mi vida, a mis prioridades y me ha hecho volver a lo básico, reencontrarme con mi yo más instintivo y tribal. Lo superficial ha dejado de tener importancia y el centro de todo ha vuelto a lo real, al núcleo, a nuestra familia y a este amor tan inmenso que hemos descubierto con el nacimiento de nuestra pequeña.
 
Os lo prometo, verdad verdadera.