lunes, 22 de abril de 2013

Para criar a un niño hace falta una tribu entera

Eso es lo que dice un proverbio africano (o las bolsas de Mothercare, depende de lo mística que una quiera ponerse ;-) El caso es que cada día estoy más de acuerdo con esta afirmación.

Cuando una decide tener un hijo, parece cosa de dos que pronto esperan convertirse en tres y ya está. Pero pronto te das cuenta que ese "petit comite" no es tan petit y no exactamente como a ti te gustaría. Desde el momento en que la rayita rosa salió en el predictor (e infinita y exponencialmente elevado a la enésima potencia más desde que nace la criatura) todo, perdón, TOOOODOOOO el mundo -lease, familiares cercanos, lejanos, lejanísimos, vecina del quinto, pescadera o señor/a que casualmente pasaba por allí- opina y aconseja sobre tu maternidad y la crianza del bebé. En honor a la verdad y porque al menos yo sigo manteniendo algo de fe en el ser humano entiendo que todos lo hacen desde el cariño y con su buena intención. El problema es que no siempre se hace desde el RESPETO, y creo que ese es el quid de la cuestión.

Y entonces, intencionadamente o por pura casualidad, descubres a tu tribu. En ese momento es posible que aún no lo sepas, pero ahí están, para ti y tu bebé, para acompañarte, ayudarte y apoyarte con ese respeto que a otra gente a menudo se le olvida. Ellas te escucharán cuando no sepas si las reacciones de tu peque son normales, cuando la lactancia se haga dura y no puedas más con las visitas de las primera semanas. Te darán su opinión y experiencia pero respetarán que la tuya sea distinta. Y compartirán contigo todas las inmensas alegrías que da la maternidad.

Personalmente tengo la suerte de haber encontrado a muchas compañeras en este camino, amigas que tenía y a las que he recuperado, amigas nuevas, el grupo de crianza de Leganés, Susana, Feli... Pero sobre todo las "mamas yoga". Compartimos los últimos meses de embarazo haciendo el gato y la uve invertida, hemos vivido cada parto, cada contracción, animándonos y recordándonos el gran premio que nos esperaba al final del camino, tenemos conversaciones interminables a cualquier hora sobre lo que sea que necesitemos decir. y hoy, desde aqui, quiero darles las gracias. Sois MI TRIBU, chicas, muchas gracias.

Y vosotras...¿habeis encontrado ya a vuestra tribu? ¿Donde? ¿Fue por casualidad? Me encantará leer vuestros comentarios.

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