domingo, 5 de mayo de 2013

Escapada mochilera

Acabamos de volver a casa después de pasar tres días estupendos en nuestra primera escapada familiar solitos. El jefe de la tribu estaba deseoso de campo así que nos decidimos por el Valle del Ambroz, en Cáceres. Se encuentra junto al Jerte y nos ha sorprendido gratamente, el paisaje de robledales y encinas nos ha gustado incluso más que el de los cerezos. Totalmente recomendable.

Todo el que sale de viaje con niños sabe la cantidad de cosas que somos capaces de transportar aunque sólo vayas a pasar fuera un día o dos; empiezo a creer que los "por-si-acaso" son inversamente proporcionales a la edad de los peques... El caso es que además de maleta, mochilas y demás, más de la mitad de nuestro hermosísimo maletero iba ocupado con el carrito de Alicia...por si acaso...jejeje.

Sabíamos que la mochila era imprescindible en este viaje porque pensábamos salir al campo a caminar pero lo que no imaginábamos es que la silla de paseo iba a ser tan prescindible. Os cuento nuestro puente:

De entrada nuestra reserva era en una casa rural, comodísima, bien acondicionada, con unos dueños encantadores y las habitaciones preciosas...en el piso de arriba. Lógico,no? Vas a una casa rural, no a un hotel de 5 estrellas. Además está en un pueblo en el que encontrar una calle lisita o con aceras era misión imposible. Asi que la silla, se ha quedado en el piso de abajo para sentar a la peque durante los desayunos y las cenas (hemos comido fuera) y aún así algunos ratos ha preferido nuestras rodillas a su estupendo vehículo.

El jueves nuestro plan era comer en Hervás y dar un paseo por el pueblo antes de visitar Granadilla por la tarde -pueblo expropiado hace años para hacer un embalse que, finalmente, no lo inundó. Está abandonado y en proceso de restauración. Muy chulo- Os adelanto que sólo usamos la silla en el rato de la comida y después volvió al coche y lo cambiamos por la mochi. De otra forma nos habríamos perdido o al menos no habríamos disfrutado plenamente de la hermosa judería, con sus empinadas cuestas, sus recobecos, el paseo junto al río y la paradita que hicimos en una preciosa tetería. Después, al llegar a Granadilla ni nos lo pensamos y salimos directamente porteando a la peque. La llevaba papá pero nada más empezar el paseo le entró hambre y...buuuaaaa!!! buuuaaa!!! Un llanto desconsolado... Nos sentamos un momento para ponerla al pecho pero ni así se calmaba. Solución? Mamá se pone la mochi, la coloca bajita y continuamos el paseo con la niña enganchada a la teta. Además fue un logro personal, fue la primera vez que conseguí darle el pecho mientras la porteaba fuera de casa.

Siguiendo con los logros personales, la mañana del viernes la dedicamos a una preciosa ruta de senderismo por unas cascadas en el valle del Jerte. Alicia fue con papá y mamá llevaba la mochila con los víveres. Eran 4 kilómetros y estaba calificada como fácil -aunque sobre todo la subida tenía unos tramos no tan sencillos- pero nosotros lo vivimos como una experiencia maravillosa y para recordar. Nuestra primera ruta con nuestra hija, era un sueño cumplido, sobro todo para mi chico. A mitad de la bajada se despertó con hambre (si, si, hasta entonces iba completamente frita) así que otra vez cambio de porteador, teti y a seguir.
La tarde la dedicamos a Plasencia y como tocaba comer y era un sitio 'civilizado' decidimos darle una nueva oportunidad a la silla. Craso error. Comida, en brazos. Paseo, lloriqueando. Calles adoquinadas, escaleras para entrar en la muralla...buff!! Y mi querido esposo diciéndome: "tienes que escribir sobre esto, así puedes hacer la comparativa".

Así que hoy, que hemos pasado por Gredos a ver a unos amigos no ha habido duda, las ruedas se han quedado guardadas. Estábamos en pleno campo así que el paseo también ha sido en modo "mochi+teti+siesta" y de verdad os digo que no sé quién estaba más feliz, si la mamá o la hija. Nuestros amigos también portean a su pequeña de casi ocho meses así que iban las dos tan agustito, primer paseo con nosotras y bajada al río con los papis...están tan guapos con las peques puestas!!!

Ahora estamos aqui, a punto de meternos en la cama y recordando lo bien que lo hemos pasado y 'sacando conclusiones': no es que reniegue de la silla, de hecho estamos contentísimos con la elección que hicimos, pero hemos de reconocer que hay situacíones en la que no es práctica (en realidad es más cómoda para los padres que para los bebés, seguro) y que gracias a los portabebés ergonómicos, la mochila en este caso, tenemos la posibilidad de conocer, ver y disfrutar infinidad de lugares con nuestros hijos y ellos con nosotros, bien pegaditos. Viva el porteo!!

Y vosotros ¿qué habéis hecho este puente? ¿Habéis usado algún portabebé? ¿Qué tal la experiencia? Un beso y buenas noches.

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