viernes, 10 de mayo de 2013

Reina de las hadas

Ayer vino al mundo la hija de una queridísima amiga, aquella que me hizo "Un regalo para toda la vida" cuando Alicia estaba en mi barriguita. Ha sido un embarazo difícil y un parto que no se ha quedado atrás pero al fin, de madrugada y con muchos días de adelanto, la pequeña abrió por fin los ojos a la vida dando a sus padres la alegría de tenerla al fin entre sus brazos.

Cuando fuimos a conocerla, su mamá y yo no pudimos sino fundirnos en un abrazo y dejar escapar las lágrimas. Por fin, por fin había pasado todo. Nuestras niñas estaban con nosotras, las dos sanas y preciosas, las dos "primas" que crecerán juntas compartiendo risas, juegos y alguna que otra pelea. Esto es algo que me hace especialmente feliz porque a mi la vida no me ha dado primas de mi edad con las que compartir confidencias y, aunque no tenga sobrinos 'de sangre' -todo se andará, espero...- a la prota de este post la siento como tal y me alegra que Alicia la vaya a tener tan cerquita.

No pude evitar emocionarme al contemplar aquel pequeño cuerpecito descansando feliz en el regazo de su mamá, no hace ni cuatro meses eran mis abrazos los que protegían a mi recién nacida descubriendo con pasión lo que era ser madre.

Os deseo toda la felicidad del mundo y que esa familia que ayer se completó (me consta que su hermano está feliz con la llegada de la benjamina) siga unida para siempre.

Bienvenida, Maeve, reina de las hadas

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